Crear a partir del hormigón ha sido un viaje fascinante lleno de retos y lecciones importantes. Como todas los trabajos artesanales, te enseña a ser más humilde, paciente y amable con los materiales con los que creas. Te guiamos por el paso a paso de nuestros tarros artesanales.
El proceso de creación de nuestras exclusivas velas artesanales en recipientes hechos a mano empieza con el hormigón y, para ser más específicos, con encontrar la fórmula adecuada. Mucha gente trabaja con cemento rápido, nosotros optamos por trabajar con hormigón de obra, que es una mezcla de arena, cemento y agua, porque nos encanta la textura que podemos obtener después. Nos llevó mucho tiempo encontrar la consistencia que nos gustaba y que nos diera el resultado que queríamos.
Vertemos la mezcla en moldes preparados y sacudimos para eliminar las burbujas de aire.
El siguiente paso es dejar secar el hormigón, y desmoldamos. Los recipientes deben secarse por completo antes de pasar a nuestro punto favorito: aplicar las texturas únicas. El proceso de secado puede durar varios días, dependiendo de la temperatura. Ahora, las texturas son la parte que más nos gusta, es fascinante cómo reacciona el hormigón a los distintos materiales. Depende de la temperatura, la humedad, cada vez el resultado es diferente. Hemos desarrollado nuestros propios óxidos para hacerlo aún más nuestro; el proceso de trabajar los óxidos fue realmente una aventura llena de sorpresas y «accidentes» que cambiaron completamente nuestra visión varias veces. Aplicamos la textura uno por uno y dejamos que se vayan transformando. Aquí el protagonista es el óxido, dejamos que haga su magia. Repetimos el proceso con diferentes óxidos y pigmentos naturales para que se superpongan y creen paisajes aún más únicos en las vasijas.
Una vez secos los recipientes, aplicamos un sellador para evitar que la cera manche las paredes del tarro. Es un proceso largo, y los recipientes a veces necesitan hasta cuatro capas de producto, por eso decidimos buscar una solución alternativa y, a partir de noviembre, trabajaremos únicamente con un precioso recipiente de metal dorado para rellenar. Pero de eso te hablaremos en otra ocasión. Volviendo al hormigón, empezamos la fase final de fabricación de las velas. Es mi proceso favorito, porque me encanta trabajar con fragancias. En la fabricación de nuestras velas sólo utilizamos aceites esenciales puros, aceites botánicos y fragancias sin ftalatos. Seleccionados cuidadosamente tras muchísimas pruebas. Me encanta cuando la habitación se llena de aromas de rosa fresca, bergamota, lavanda, cálida madera de cedro, pachulí y muchos muchos más. Hacer una vela parece fácil cuando se ven tutoriales en YouTube, pero en realidad es toda una ciencia en la que hay que atenerse a la fórmula, anotar cualquier cambio de temperatura, ser consciente de la temperatura de la habitación y muchos más factores en los que nunca pensaría. Este proceso también nos ha enseñado a ser pacientes y seguimos trabajando para mejorar, sobre todo, nuestras velas 100% naturales con aceites esenciales, que pronto reaparecerán un poco renovadas. Pero para saber más sobre el proceso en sí, tendréis que esperar al próxima entrada donde describiré nuestro proceso de fabricación de velas en detalle.
Con cariño,
Magda